Comentábamos en la anterior entrada que a oídos de Vicente Prats llegó la noticia de la existencia de un artefacto de relojería antiguo hecho en Villena, que se encontraba en casa de un particular en Paterna y que presentaba una talla de madera: "Una cabeza más bien grotesca..."
¿Podría ser...?
Para resolver el misterio, a Paterna que se fue, acompañado de otro grande en Villena como lo es Joaquín Navarro y Carlos Prats a tratar de recuperar el reloj. Resultado: ...¡Oooooh! ¡Qué pena! No era el sonriente y esperado Orejón, ni siquiera una réplica.
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| Otra vez será. |
Pero el viaje no fue en balde, de hecho se han tenido que marear bastante la cabeza para traer el reloj, 7 añicos después. ¿Por qué? Pues porque se trata de una pieza antiquísima de gran valor, uno de los 6 únicos relojes de la Escuela de Relojería de Villena, una de las buenas de la época, que se tiene constancia de su existencia.
En cuanto a la talla, sí parece estar inspirada en el mismísimo Orejón, aunque falten las famosas orejazas. Este en concreto, también un autómata, destaca por sacar su lengua y mover los ojos, en lugar de asomarse.
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| El gamberro pseudo-Orejón. |
Tras 7 años de chanchullos y trámites, lo ha comprado un empresario de Villena, que lo ha cedido temporalmente al ayuntamiento. En estas Jornadas de Puertas Abiertas lo podéis ver expuesto.
...y mientras tanto, nuestro querido Orejón está en paradero desconocido. ¿Ande andará?
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