viernes, 23 de noviembre de 2012

Paquito el Chocolatero y porqué to quisqui hace el ¡Hé! pirata. (Parte II)

En la anterior entrada nos habíamos quedado con la pregunta de qué tenían que ver con la comparsa de piratas de Villena el popular ¡Hé! (o jé, según gustos de trascripción). En el minidocumental al que hacíamos referencia se explicaba de alguna forma el porqué del éxito del dichoso pasodoble (su sencillez, alegría y melodía agradable, difícil de olvidar y fácil de interpretar). Todos estos factores son comunes también en los grandes pasodobles villeneros, pero sólo La Entrada ha salido con cierto renombre fuera de nuestras fiestas.


Vale, muy bien, pero todo eso no explica porqué todo el mundo, tó quisqui, allí y allá, dentro y fuera de nuestras fronteras, se menea al ritmo del famoso jé pirata villenero. De hecho casi nadie fuera de estas comarcas conoce su origen, por lo que el jé pirata pasa a ser conocido como "eso que se hace cuando suena Paquito".


Su origen viene de una bromica y una tremenda borrachera. Resulta que hace bastante tiempo (hablamos de décadas) existía en la comparsa de piratas cierto cabo con cierto gusto pa darle al alpiste. No era raro (ni lo sigue siendo) el ver a un cabo de gastadores un poquico "contento" de más, dándo el espectáculo delante de las escuadras. En una Entrada, el cabo en cuestión estaba tan enfarinao que le costaba marcar el paso y parecía que se iba a caer por momentos. Su primera fila de piratas no dudaron en mofarse de su estado (qué queréis son piratas: informales hasta la muerte) haciendo un ademán de caída (el inclinarse p´alante) acompañado de un "¡jé, que te caes!". En realidad esto es lo que los piraticas quieren contar. La realidad es otra. Tiene su origen en la deformidad de "El Roña", un cabo pirata de los años 40, que debido a un defecto físico tenía que hacer de cabo con el dichoso pasodoble basculando de forma animada. Y, claro, a los piraticas les hizo gracia aquello del ¡jé, que te caes!.



El caso es que la bromica cundió en el bloque, llegando a acompasar el jé con el pasodoble con el que desfilaban. El gamberrismo característico de los piratas  hizo que se extendiera la costumbre a toda la comparsa y a otras Entradas de otros años. Por los años 50 y 60 era ya un símbolo característico de la comparsa, y a medida que iba creciendo sin freno su número de socios, su incorformismo y sus volteretas también lo hacía la popularidad de los piraticas en Villena... y en otras poblaciones (donde no tardaron en sacar sus porpias comparsas de piratas con el mismo emblema y todo). Hasta los discos del pasodoble se vendían con una escuadra de piratas villeneros en la portada.


¡Gamberros!

El caso es que el jé se asoció al Paquito el Chocolatero por el ritmo y allá donde fueran los villeneros y escuchaban el pasodoble no dudaban ni un momento en formar fila como si estuvieran en la Losilla y soltar el jé de rigor. Sólo era cuestión de tiempo que el mundo entero los imitase.

De esto mejor nos olvidamos...
Por cierto, ahora existe una variante en la que en vez
de hacerse p´alante se hechan p´atrás y estiran la pata
cual cabaret del oeste. Malditos yankis.
PD: Foticos de la web del 75 aniversario de los Piratas y de Villena Cuéntame (cómo no, habiendo foticos antiguas...).

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