domingo, 27 de agosto de 2017

Receta de fiestitis en su salsa

¡Hola, familia! Para un día, como hoy, que no es un día cualquiera, último domingo de agosto, prepararemos un buen revuelto festero. De primero Pasacalles y de segundo Romería: Rico, rico y con fundamento.

No os olvidéis de vuestra ramica en la oreja.

Mirad que producto más bueno. Natural y de buena calidad. Primero, sacamos la macetica de alhábega. ¡Oye, hay que ver qué bien huele! Un truquico de cocinero experimentao: Si huele igual de bien que la que tiraban los abuelicos estos de la carroza de los Nazaríes en la Entrada, es que es de primera calidad. Que no os engañen. Pasamos bien la mano por las hojicas, la arrastramos y a la nariz. A la buena cata. No conviene viciarnos, con unos 5 minuticos nos va bien.

Esa olorcica... Ya huele.... Ya huele a fiestas.

Una vez extraído lo mezclamos todo bien con una buena dosis de pólvora negra de la buena. De esa de avancarga, del clásico arcabuz festero. Ahí, ¿véis?. La sacamos de la cartuchera y le vamos dando... Le vamos dando... Así. Bien ajustao a la cazoleta lo echamos todo por la boca del arcabuz, esperamos a que pase algún vecino despistao por al lado y... Cuando lo tengamos corriendo justo al lado, le reventamos el tímpano con un buen disparo. ¡Una sola carga, que nos conocemos, eh, mandangas! No me seáis piratillas.

Tranquilos, que es pólvora homologá.

Bueno. Pues toda esa polvareda la recogenmos, bien pulverizá, y la mezclamos con las hojicas de alhábega. Si nos ponemos finos, también podemos extraer su esencia a base de pasarle sequillos y rollicos de vino. Pastaicas, por supuerto del Quebra, de la Petri o de dónde podáis. Pero que sea de Villena, ¿eh?.

Y almuercico del bueno en ca los Realistas.

Para rematar la faena, nos esperamos a la tarde, a que esté todo el espíritu festero bien requemaíco y enfarinao lo justo, y aliñamos bien todo con una pizca de chorraíca de romeros, todos con su pañuelico de la virgen. Poquicos. Sin abusar, como 20.000 romeros o más nos va bien. Ahí, una buena chorrá de río de romericos villeneros en su salsa. Acordaos de limpiar bien los que han pasao por el arenal de la virgen. 

Y a la Diana... Me voy con los Estudiantes.

Mezclamos todo bien y rematamos el plato con más salvas de arcabucería y trono elevado automáticamente. Ah, y la firma de la casa, un poquico perejil... Digo, una ramica de alhábega de la huerta. 

Y ahora un chiste: ¿Sabéis que le dice un Arrastrao a un Moro Nuevo...? "Si quieres pa almorzar huevo frito, no me chupes la molla". Je, je... ¡Pero qué bueno que soy! 



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