viernes, 20 de marzo de 2015

En fiestas... NO NOS DISFRAZAMOS

No, no señor. Nuestra mente en incapaz de tolerarlo.  ¿Sabéis de esa situación en la que te sale un extranjero y te lo suelta?:

-"Me gustan las fiestas estas de los Moros y Cristianos, con esos disfraces tan bonitos..."
Reacción muy lógica y comprensible.

Resulta que, a raíz de lo de las Fiestas del Medievo, hemos visto mucha confusión con este temica entre aquellos que no tienen ni idea de fiestas, vienen de fuera y no son capaces de distinguir entre los disfraces de los rabaleros y los trajes de diseño en bodas y autoridades.

En el cole nos enseñan que tenemos que ser educados con los que desconocen nuestras costumbres. Pero claro... ¿A alguien se le ocurriría en Alicante llamar falla a las hogeras? ¿Quién en su sano juicio asimilaría los nazarenos sevillanos con el Ku Klux Klan? Pues eso, respeto.

Por si al alguien se le ocurre decir "disfraz",
tenemos picos, arcabuces, lanzas y gumías...
Ahí lo dejamos.

Como no queremos ver a un sólo turista mas asesinado con un cucharazo estdiantil atravesándole el cráneo, pasamos de las amenazas a una más cívica educación. Por eso creemos más útil el mostrar las evidentes diferencias entre el noble traje y el absurdo disfraz.

Eso sí, siempre teniendo en cuenta el concepto de traje festero como conjunto aglutinante de los trajes oficiales (los que llevas desfilando y están en los estatutos) y esas maravillas que llevan las escuadras especiales (las de los premios).

He aquí el resumen aclaratorio que todo visitante debería tener bien clarico cuando viene a Villena:



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