viernes, 15 de junio de 2012

La Plaza y la dichosa acústica (Parte I)

Son varios los eventos que últimamente se han dado, y que se tienen que dar, en la plaza de toros de Villena. Y en la mayoría de ellos se ha puesto de manifiesto, prácticamente desde su inauguración, los graves problemas de acústica del recinto. Destacaron los problemas con el sonido en el concierto pre-Aúpa Lumbreiras, o en las recientes presentaciones de las regidoras. En este último caso apenas se podía entender los discursos y la música llegaba a no parecer música. 
¿Dónde está el problema?¿Cómo repijorra solucionarlo?

Con tales pabellones auditivos, El Orejón no parece tener problemas.

Pues bien, el culpable de tales defectos acústicos es... como ya habréis sospechado... el eco. ¿Ya, pero en qué consiste el eco? Cada vez que suena un altavoz, una tuba o un torero encabronao, el sonido emitido comprime el aire, propagándose en forma de onda en todas direcciones pa que se escuche bien hasta la última fila de asientos. El problema es que (caprichos de la física), las ondas sonoras no se quieren parar una vez han cubierto a todo el público. Las muy revoltosas siguen su camino. Normalmente se acaban perdiendo, pero si son lo suficientemente intensas, van, rebotan contra los muros y aún pueden volver, sumándose a los nuevos sonidos y molestando (se reflejan y vuelven al emisor). Vamos, que aumentando el volumen, como se hizo en la gala de la Regidora Mayor, sólo se consigue aumentar el problema.


En el caso concreto de la plaza, gran parte de la culpa la tiene la cúpula de cristal. Todo amante del buen sonido odia las cúpulas, ¿por qué creéis que se negó la banda municipal a hacer un concierto ahí?.
En la cúpula los sonidos se reflejan, y se reflejan, y se reflejan... se solapan, producen resonancia... y cuando la diferencia con la que recibimos las ondas nuevas y el eco es del orden de milisegundos, se da la reverberación, distorsionando el sonido. Incluso puede llegar a distorsionarlo lo suficiente como para que el oído humano tenga problemas para diferenciarlos, impidiendo distinguir bien palabras o melodías.
Solución... bueno esto ya es una entrada de cierto tamaño, para evitar el llegar a aburrir es hora de cortar con un CONTINUARÁ.

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