miércoles, 23 de mayo de 2012

Guía para el ocasional turista en el Aúpa Lumbreiras 2012


A estas alturas queremos creer que nadie ignora que en julio tenemos en nuestro querido pueblecico uno de los festivales más veteranos de los habidos en este país. Se trata del festival punk-rock Aúpa Lumbreiras, que este año se por casa tras sus problemillas con las autoridades y la organización de Tobarra. Como anticipó el pre-Lumbreiras que se montó en la plaza de toros (eso que está bajo un ovni marciano o joviano y al lado de la pirámide de “Keliaps”) se prevé gran afluencia de gentes de todo tipo.
Todo muy bonito con semejante cartel de maravillas, contando con Porretas, Soziedad Alkoholica (muy a pesar de UPyD), Gatillazo, Lehendakaris Muertos, Barricada (una penica que se haya independizado el Drogas y no nos visite) y el yayo del rock nacional, Rosendo.
Así, El Orejón se ofrece a exponer a aquellos visitantes que se espera que vengan al festival una completa guía de ayuda y supervivencia para salir vivo del mismo:

1.       Cómo llegar.  Villena está justo aquí:

2.       Moda y complementos. En Ferretería Ferri (que según la radio, lo tiene todo) se pueden adquirir económicamente pinchos, chinchetas, chapas y demás metales para engalanar su súper chupa punk-rock.

3.       Cuidado capilar. En Villena existen varios locales de peluquería y estética para el correcto cuidado y mantenimiento del look más gamberro (y tratado).

4.       Salud pública. Se recomienda el uso de dispositivos portátiles artesanos para el alivio de las necesidades urgentes en cualquier momento entre grupo y grupo. Se sugiere hacer negocio vendiendo “botellitas” o “bidones” junto con catéteres para amortizar los gastos del concierto y no alterar el pH del suelo de Bulilla.

5.       Adquisición de mapa local. Muy recomendable para buscar el centro de salud más próximo, el edificio público frente al cual protestar por la situación o el centro de mayores (para los fans más veteranos de Rosendo y otros grupos tan “jovenzuelos”).

6.       Beber en abundancia. No sé que te habrán dicho del clima villenense, pero en julio es común freír los huevos en la acera.

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